Materia Orgánica: Walkley y Black. La materia orgánica de un suelo es la principal fuente de abastecimiento de nutrientes. Define la estructura y la capacidad de reserva de agua, la capacidad de intercambio catiónico, entre otras.

Fósforo asimilable: Bray y Kurtz. Nutriente esencial para el crecimiento de las plantas y la nutrición del ganado. Su contenido en el suelo está altamente influenciado por los compuestos originarios del suelo, por la historia de las fertilizaciones realizadas y la extracción de los cultivos.

Refleja la condición de acidez o alcalinidad del suelo. Indica condiciones de drenaje, deficiencia de ciertos nutrientes y de toxicidad de otros.

Es un indicador de la cantidad de sales solubles presentes en el suelo.

Nitrógeno Total: Kjeldahl. El nitrógeno es un elemento esencial para los organismos vegetales y animales. Además, es el macronutriente requerido en mayor cantidad por los cultivos. Se determina por Kjeldahl e incluye las formas orgánicas e inorgánicas de N.

Nitratos: Diazotación con SNEDD sobre muestra húmeda. Es fundamental para conocer el nitrógeno disponible antes de la siembra o en los primeros estadios de desarrollo de los cultivos.

Es un nutriente esencial para los vegetales con requerimientos similares al fósforo, sobre todo en Colza, Soja y las rotaciones Trigo-Soja y Cebada-Soja.

Es un ensayo que estima el contenido de nitrógeon potencialmente mineralizable por el suelo durante el ciclo del cultivo. Permite precisar la dosis de nitrógeno de los cultivos, especialmente en maíz, girasol y trigo.

La Capacidad de Intercambio Catiónico es un índice de la fertilidad química del suelo. Determina su capacidad para retener y liberar nutrientes.

Determina la relación existente entre los contenidos de las diferentes fracciones granulométricas que constituyen el suelo: arena, limo y arcilla.

Permite caracterizar problemas de alcalinidad en suelos con deficiencias de drenaje.

Permite determinar el contenido de micronutrientes esenciales para los cultivos.

Nos da indicios de la tendencia a la recuperación o degradación de los suelos. Este análisis da una estimación de la capacidad del suelo para mantener la arquitectura de la fracción sólida y del espacio poroso, cuando se someten a la acción del agua o a esfuerzos mecánicos externos.